Blog Ping Tool !sasporimazaCa: junio 2012

martes, 26 de junio de 2012

LifeHacker...

Si, he de reconocerlo...Soy un Hacker.
Pero antes de que la policía llame a mi puerta, pistola en mano y con las esposas en la otra, he de decir que dicha palabra, que se asocia con la delincuencia, no tiene el significado que parece.

Cuando, en un gran almacén, alguien entra en la sección de televisores y en vez de ponerse delante de la pantalla, se pone detrás para ver qué conexiones tiene, ese alguien es un Hacker.
Por que un Hacker, es aquella persona que para llegar a su meta, no pasa por el camino más corto, sino que entra en uno largo y tortuoso, para así calmar sus ansias de aprender. En definitiva, la meta es menos importante. Y en ese sentido, yo soy un Hacker de sangre.



Cuando hace unos meses, acabé mi Zazen y me di cuenta que aquél sentimiento de unidad que tenía acabada la meditación se había esfumado, entré en algo que he llamado "Limbo" y que ha estado presente en cada momento, una vez acabada las sesión de Zazen.

Cuando lo comenté a alguno de vosotros, amigos del Dharma, todos reaccionasteis positivamente, sin juzgarme, sólo intentando ayudarme. Me habéis estado preguntando para ver cómo podíais "hacerme ver" que todo estaba bien, que quizás estaba en el lugar adecuado... Mi amigo Antonio me mandó un enlace a un blog muy bueno, que trataba sobre el tema...

Pero he de deciros, amigos, que ayer Lunes, venticinco de junio del 2012, tuve un Satori y salí del "Limbo" en el que estaba.

Y pensaréis que uno no puede ir diciendo por ahí que tiene esa clase de cosas, y es cierto. No sé realmente si fue un Satori o no, por que no puedo compararlo con nada. De hecho, antes solía decir lo mismo, pero un día me di cuenta que cuando cogí el libro que lo cambió todo, "el camino del zen" de Alan Watts, tuve también un Satori. Y si lo comparo, he de decir que llevo teniendo Satoris desde que tengo uso de razón.
No tiene por qué ser algo único, ni contundente. Más bien diría yo que un Satori es un descubrimiento clarificador y una sensación de realidad que te hace decir "eureka" a un aspecto de ti, de tu vida o de lo que sea, pero no a todos. O sea, que se puede tener un Satori como consecuencia de una adquisición de conocimiento de una parte pequeña de uno, no de la totalidad.

Y está claro que todo esto es teoría, pero como el Budismo Zen, se convirtió irremediablemente en mi fe, hace ya unos años, he de reconocer que ayer tuve un Satori. Y clarifiqué mi Limbo, de una manera tremenda.
Todos habéis aportado vuestro granito de arena, para que todo esto haya culminado así. Nirvana, amiga mía, me diste algunas claves en anteriores entradas, y con tus cuestiones y nuestras charlas, has aportado mucho a mi "clarificación".
Por supuesto mi hermana del Dharma, Dolores. Ella con su ecuanimidad y preocupación de amiga, también me ha ayudado y mucho. De hecho, te conté en una ocasión, querida Dolores, que antes de Zazen, Truco, mi perrito y amigo, venía y me ponía su hocico húmedo para avisarme de que quería jugar. En ese momento, me levantaba y jugaba con él, por que centrar mi mente en jugar con Truco era mucho más "Zen" que quedarme sentado mirando la pared. Y mi querido amigo Antonio, tu diste en la diana, aunque sin saberlo, cuando pusiste un vídeo de una animación llamada "yo,yo,yo y mi práctica" que justamente exponía lo mismo que mi historia con Truco.

Comando Dharma: yo, yo, yo y mi prácticacomandodharma.blogspot.com.es

Y de repente pasó algo que es imposible explicar. Además de alguna cuestión física, como ver mucho más claro y oír mucho mejor, mi mente sufrió una especie de "algo" que es indescriptible, pero que se parece mucho a lo que les pasa a los adeptos a la rama "Rinzai" de la escuela Zen, después de que el maestro les haya machacado continuamente con un Koan indescifrable. Estos alumnos andan deambulando como tontos hasta que de repente aparece el Satori. Es algo parecido a lo que me sucedió con mi limbo y despertar (parcial).

Posiblemente todo esto sea una confabulación mental, o yo que se, pero la cuestión es que ya no hay limbo, o más bien "ese limbo ya ha sido entendido por mi".




Minutos después en "Inicio" del FaceBook, encontré una frase y una imagen que no he podido recuperar, que rezaba algo parecido a esto:

"Aparece justo cuando lo necesitas"

Recordé el día que empecé a leer a Watts...


Efectívamente soy un Hacker, un indagador. Es mi naturaleza y no puedo (ni quiero) evitarlo.
Me gusta mirar en el interior de las cosas, y también de los sucesos que ocurren en mi interior, que al fin y al cabo, son todos los sucesos, el suceso.

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sábado, 23 de junio de 2012

Transformación vs Descubrimiento...

Todos vemos a diario esos pequeños mensajes que circulan por las redes sociales como FaceBook, en los que se quiere plasmar, cual esencia de "El secreto" (famoso libro de tendencia Budista, aunque convenientemente corregida para vender el producto), una serie de ideas sobre cómo nosotros creamos el mundo, podemos cambiar lo que no nos gusta, y así, obtener el triunfo a cualquier nivel, tanto monetario como amatorio o de cualquier otro ámbito personal.

Pero esa no es la idea Budista del asunto, esa no es la forma de entender una filosofía o religión, o una escuela, que claramente se empeña en dejar a un lado cualquier cosa relacionada con triunfos o éxitos.


¿Veis lo que os digo?

Y mañana sales a la calle, a construir tu mundo, y te cae una maceta del quinto piso en tu cabeza, hasta luego!
Y se acabaron las construcciones, el pensamiento de una nueva vida, una en la que mandes tú...

Pero no es esa la idea, para nada...



No se trata de transformarnos en constructores de algo, y tampoco el opuesto, como dijo hace unos meses el señor Sánchez Dragó, "la sumisión Budista", a modo de pequeño personaje que deja que otros le hagan o deshagan a su antojo... No es la forma de entender todo esto, que empieza por que un señor, después de estar toda la noche sentado y después de siete años de padecimientos, acaba descubriendo su naturaleza, acaba viendo no sólo lo que es, sino lo más importante, lo que no es...
Esto va de descubrir que toda tu experiencia de vida, todo lo que has aprendido durante todos esos años desde que naciste hasta el día de hoy, no eres tu. No eres una especie de fabricación de sucesos, que ahora echa su vista atrás y se reconoce. No eres nada de eso. Nunca puedes ser tus recuerdos, simplemente por que tus recuerdos no son nada. Son muy útiles para poder funcionar en esta sociedad, pero a un nivel personal o transpersonal mas bien, tu composición, tu naturaleza no tiene nada que ver en absoluto con ese eco que se desvanece en tu cabeza.
Tu personalidad, la guarda y custodia de tu integridad moral, ética, tu sentido del ridículo y tu orgullo, que aparece de un soplo si alguien te ataca, tu gran personalidad y alma triunfadora, tus deseos de una casa, unas cosas electrónicas, mucha ropa para que vean que eres un gran tipo...
eso no eres tú, sólo es una pequeña mueca de ti. Lo cierto es que no lo sabes. Ese vacío en tu cabeza, oscuro y temible, por que tememos entrar ahí... No sabemos qué es eso... Pero es lo que hace que respires, que tu corazón lata... Y NO SABEMOS CÓMO LO HACEMOS!!
Cuando eso se hace latente, cuando descubrimos todo esto... Entonces dejamos de ver las metas como metas, el triunfo como triunfo, los deseos como deseos. Por supuesto, seguimos ahí, deseando e intentando caminar por esa fina linea de enmedio, una linea en la que no somos excesivos, no esperamos que nuestros deseos nos vayan a dar más felicidad, por que ya sabemos que la felicidad no se basa en lo que deseamos, ni en nuestros triunfos.
Y el descubrimiento DE LO QUE NO SOMOS te hace empezar a hacer las cosas de otro modo, no porque nos hayamos transformado en nada, sino por que hemos recordado lo verdaderamente importante.

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martes, 12 de junio de 2012

Hacer no haciendo...



Uno de los errores más frecuentes que podemos ver en la filosofía oriental, a manos de un occidental, es la idea de lo que llamamos WU WEI, que podríamos traducir literalmente como "NO ACCIÓN".
Pero esta idea, que en Oriente es muy natural dentro de la filosofía Taoísta y Chan, o Zen en Japón, en Occidente parece resistirse a una traducción más literal y más expresiva y cotidiana.



Tengo en mi brazo izquierdo un tatuaje de las palabras Wu Wei en Kanji, pero con un diseño diferente, como pintado a pincel, como podéis comprobar si lo comparáis con las letras de arriba.
Y al contrario de lo que se pudiera pensar, no tengo ese tatuaje para reafirmar mi Ego, sino para recordar hasta mi muerte, dichas palabras cuando, en determinadas situaciones requiera leerlo.

Pudiera ser que en un momento, como ocurre en la vida cotidiana, venga mi jefe y me diga que soy esto o aquello, o un compañero intente darme el típico pisotón a la cabeza para, acosta de mi hundimiento, poder respirar él, más tranquilo, por estar yo comiendo la suela de su zapato.
Son esos momentos, en los que, sin aferrarme al dibujo ni apegarme a él, miro de reojo el "recordatorio" de mi brazo cual post-it y entonces inspiro hinchando mi estómago, luego retengo un poco el aire, sin tensión, y luego exalo suavemente recogiendo la barriga y sacando el aire por la boca.
Y aquí aparece el "Wu wei", que no es lo que podría parecer para un occidental. Este significado no es "dejar pasar" la cosa, mientras mi "amigo" sigue hincándome su suela, no. El verdadero significado de la palabra nos dice que no calculemos, no planeemos, no pensemos qué le vamos a hacer, pues eso sólo nos va a provocar daño a nosotros mismos y mucho Karma. Se trata de que, espontáneamente y sin planificación alguna, demos rienda suelta a nuestra naturaleza, cogiendo el pié del maromo con mis manos y quitándomelo de la cara con toda naturalidad. Si hemos realizado correctamente Wu Wei, ni nos dejaremos pisotear, ni le haremos tragar el zapato, pie incluido. Sólo nos quitaremos la cosa de encima, demostrando así que no planeamos, con lo que no creamos Karma y nuestra mala leche "pasa como las nubes", y por otro lado le demostraremos a nuestro "amigo", que no es más que una manifestación de nosotros mismos, un juego para "ver que sucede", de qué estamos hechos y de qué está hecho él. Al final estamos hechos de lo mismo...

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jueves, 7 de junio de 2012

Sampai...

Cabeza en el suelo, homenaje agradecido a todos los seres y cosas.





Hacer sampai es la expresión perfecta de zazen : abandonar el ego, abandonar cuerpo y mente y ser humildes ante los otros, ante el orden cósmico y ante los Budas vivos que vienen a practicar zazen.
Sampai, es hacer realidad que el dharma, la transmisión de la enseñanza, es más importante que nuestro pequeño cuerpo.   -- Extracto y foto del blog "la nada". Agradecimientos -- 
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Tengo un cojín para meditar llamado ZAFU y es un miembro más de mi familia. Como no somos cosas, sino sucesos, mi Zafu es un suceso enormemente complejo en mi vida, desde mi punto de vista. Está en un lugar preferente en mi casa, puesto en una especie de plato grande, no muy a la vista, pero en un lugar preferente. Y ahí está mi Zafu, esperando que mis posaderas se apoyen en el, sin quejarse, aunque si pudiera hablar...
Así que cuando acabo de hacer Zazen, me inclino ante mi Zafu, pongo mi cabeza a su altura e incluso más abajo y le reverencio, le doy las gracias.
Y vosotros diréis que es una estupidez, darle las gracias a un cojín, pero es mi Zafu, no un cojín cualquiera. No es que esté apegado a él, sino que, cuando me inclino ante él, le doy gracias por dejar que mi culo se aposente a diario, e incluso tiene que soportar algún cuesco de vez en cuando, pero también le doy las gracias a la persona que cosió la tela, la persona que diseñó tan bien el cojín, la persona que le dio forma, la que lo rellenó, el empaquetador y la persona que transportó el cojin a mi casa. Le doy las gracias a todos los participantes, que no son más que acciones dedicadas a poder sentarme tranquilamente a ver las ideas pasar... Le doy las gracias a los sucesos, "al suceso"...
A los occidentales, lo que más nos cuesta en la liturgia zen es el Sampai, por que dualizamos, por que el Ego nos dice que somos más que algo o alguien, o somos menos que algo o alguien, pero no es cierto. Todos somos como el Zafu... A veces debemos soportar el culo de alguien en nuestra cara y otras veces es nuestro culo el que  está en otra cara... A veces somos Maestros, a veces somos Alumnos... Y siempre hay que dar las gracias.
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